El restaurante es muy lindo, con un ambiente acogedor. Las entradas estuvieron deliciosas, el plato fuerte cumplió la expectativa. Creo que parte de la experiencia se ve afectada porque adentro hace calor y en algún momento, se vuelve un factor en contra. Volvería, pero a la terraza, porque adentro, con el calor que hace, es difícil concentrarse en los sabores y en disfrutar la experiencia culinaria. La atención de los chicos es espectacular.