5 estrellas definitvas. Este precioso lugar es una de las joyas de la ciudad de Panamá. Si quieres probar el auténtico sazón griego más allá de los típicos gyros aquí está lo que buscas. No es muy llamativa la entrada pero nada más llegar te encuentras con un ambiente precioso y muy tradicional que recuerda a una auténtica cocina de Atenas o Creta. El staff es súper amable y atento desde que llegas, durante tu estadía y a tu salida. Te ofrecen pan y olivas en aceite de cortesía y cumplen correctamente con todas las normas de seguridad. Cada platillo es especial y tiene su propia identidad. No querrás dejar de seguir comiendo y probando más cosas. La terraza frontal es pet friendly y la parte de adentro tiene aire acondicionado. Las porciones son generosas y realmente no tengo queja alguna. Evidentemente no es barato pero para lugares así siempre vale la pena darse un gusto.

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