En estos días fui invitada a desayunar a este restaurante y la verdad me gusto mucho, desde que llegas te reciben en la puerta y te conducen hasta la mesa que vas a ocupar, pedí un sándwich de ropa vieja en hojaldre, absolutamente delicioso, mis compañeros ordenaron hígado encebollado y un desayuno de huevo, chorizo y queso sobre una hojaldre, ambos se veían muy apetitosos. Pocas veces salgo a desayunar pero de ahora en adelante tomaré en cuenta este lugar que recomiendo altamente.