Tenía más de un año sin volver a esta sucursal de T.G.I. Friday's y es como si el tiempo no hubiese transcurrido. La misma buena comida y atención de siempre. De hecho, sentí que las proporciones aumentaron y que los precios eran más cónsonos. La comida tomó algo de tiempo; pero llegó toda junta, bien caliente y muy bien presentada. Extraño la decoración de los primeros años y el té frío que servían antes, al igual que varios platos que sacaron del menú; pero aún así, sigue siendo un ícono y punto de referencia.

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