Comida: La media orden de nachos tiene una muy buena porción y viene con abundante carne que fue de mi agrado. Lastimosamente no saben balancear los sabores por lo que lo único que se saborear era ropa vieja y no los demás elementos picantes y cítricos que se esperan en unos nachos. Los tacos de entraña no me dijeron mucho, ya que el aguacate sin sabor, servido sin limón, la entraña no se sentía ya que el corte estaba excesivamente cocido, no fue agradable para nada. Tengo que decir que la coctelería de verdad que es fascinante! Sin embargo el precio que le ponen a su coctelería es bastante más elevado y no lo acompaña con el servicio que se da para que uno obvie ese detalle. Servicio: Muy desagradable. Pedir que a uno lo atendieran era un dolor de cabeza, había que pedir que se acercarán a la mesa 4-5 veces para tomar el pedido ya que se les olvidaba pasar a la mesa, se pedía prontitud con el pedido y daban excusas, se acababa el agua y los vasos de quedaban vacíos, no se ofrecía algo adicional no había intención de brindar servicio. Estuve al borde de irme tras pedir la cuenta 3 veces ya enojándome al final! Se dañaron en un momento especial que compartía con mi pareja. Ambiente: Muy agradable y privado. Es una lástima que se lo dañen con el servicio. Pudo haber sido una muchísimo mejor experiencia, si se hubiese prestado atención al cliente. A mí en lo personal, ya me perdieron definitivamente.