Paúl es un restaurante acogedor y de buen comer. Desde el ambiente, hasta el servicio que ofrece. Las entradas en los platos son muy apetitosos, los platos fuertes muy ricos, las ensalada variada, no se diga, los postres esquisitos. Los cafés variado y deliciosos. Me encanta venir a Paúl, es como si estuvieras en París.