Fui ayer porque me enteré que abrieron y me encontré que no tienen todo el menú disponible. La comida sigue con el mismo buen sabor, el lugar en si no fue remodelado en nada, la atención no es la mejor pero no es mala, el personal es muy amable. Comí un filete, tome margarita, pedí postre, capuccino y mi cuenta fue de $25 + la propina. Nota: su flan de queso es el mejor del mundo