Lo primero que salta a la vista al cruzar el umbral de la puerta es la decoración, el arte en las paredes. Sin duda, una muestra de que aquí hay talento. El lugar es limpio, bonito, muy buen ambiente. La atención fue magnífica. Y la comida deliciosa. El pollo frito es... ¡guau! Recomendo este lugar. Los precios pueden ser algo altos, pero la comida es buena.