El restaurante es muy bueno y tiene buen ambiente para pasarla en familia. Pedimos la pasta Alfredo, no tenía nada del otro mundo pero los raviolis de hongos estaban muy ricos. Venían acompañado de sopa minestrone y pollo con gnocchi.El pan de entrada estaba muy fresco. Servicio de Álex fue muy bueno, siempre atento a nosotros. Probamos solo vegetarianos, regresaría a probar el pollo.