Muy regular la comida. Definitivamente se nota que hacen en cantidad y no es 100% fresco. Pedí la lasaña y estaba algo seca por dentro. Se demoraron no menos de 20 minutos en atendernos después de entregarnos los menús. Absurdo que un adulto no pueda pedir algo del menú de niños, mi abuela no come mucho y quería pedir algo pequeño y aún así no quisieron. Porciones son ridículamente enormes pero proporcionales con los precios altos que tiene. Dicen que son “unlimited bread sticks” pero se demoran en traértelos y cuando se te acaban se demoran por lo menos 10-15 minutos en volver a traer más y los tienes que pedir. Es una experiencia para ir 1 vez. No volvería.

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