Botánica es un lugar muy bonito. El ambiente es inigualable, entre las luces y la solantas se siente muy hogareño, casual y al mismo tiempo elegante. La comida es deliciosa. Demoraron un poco en traernos los platos. Pedimos langostinos al mojito (que x cierto sólo vinieron 5 y sin acompañamiento, creo que el mesero debió hacer la salvedad), rissotto de langostinos con aguacate que estaba delicioso y unas botánica's wings acompañado de una cerveza. Todo muy sabroso. La atención es espectacular y muy atentos.

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