La comida es deliciosa. Uno de los mejores desayunos chinos que he probado. Lo mejor, puedes quitarte el antojo de desayuno a cualquier hora del día y es fresco. La atención, algunas meseras con cara de pocos amigos. Cuando entras al local es otro mundo, nada que ver con el exterior. Lo negativo, el menú no tiene imágenes y un poco demorado la comida.