Fui a celebrar en Brutto el día de San Valentin con mi novia. Nos llevamos una mala experiencia. Los mesoneros colapsos (muy mal servicio), no conocían el menú y se equivocaban constantemente en la ordenes. Al ser un menú especial (a nadie se nos informó), los platos eran de degustación con porciones muy muy reducidas, y su costo elevado USD 50p/p. la música excesivamente alta que no nos permitía pasar una agradable velada. He ido en otras ocasiones a Brutto y sé que es una muy buena opción, pero esta vez dejó en claro que nadie es perfecto. Atención para la próxima vez.
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