Fui por recomendación de compañeros por la vista del lugar y que era un nuevo bar. El lugar a pesar de ser San Valentín, al momento que lo visite (10pm) se encuentra medio vacío. Nos ubican en la barra, donde hay más de 6 personas atendiendo en barra y afuera un sin fin de meseros. Ha sido una pésima atención, no nos dieron menú, esperando tuvimos que pedirle a un chico de la barra, no hubo trato amable y al pedir la cuenta (a tres meseros distintos) se demoraron un montón. lástima el lugar tiene una vista increíble.