Comida deliciosa y porciones grandes. Ambiente agradable. Pedimos arroz verde de pollo, lomito saltado y pescado saltado. Estaba delicioso todo! Lo único malo es que hay poco espacio para estacionar y el restaurante adentro es pequeño, cuando se llena toca esperar afuera hasta que haya mesa libre. Por lo demás, el mejor en comida peruana.