Fuimos con una pareja de amigos y estuvo delicioso! El lugar es muy acogedor. Decidimos ordenar varios platos de entrada para compartir, el San Blas y la tostada de solomillo fueron un éxito, Jaime (nuestro mesero) hizo la velada aún más especial con sus atenciones. Para la media noche el ambiente ya cambia a discoteca, más orientados a jovencitos pero a cenar y a tomar unas copas definitivamente regresaremos!