La decoración del lugar muy original en la planta alta; en la planta baja podría ser mejor. Nadie te recibe y toca adivinar si puedes tomar el lugar que quieras o hay reservas, etc. El ambiente es alegre, la murga excelente. Tenía la idea de probar las delicias panameñas y después de ver el menú pedí chicheme... "No hay" . Pedí guacho de rabito... "No hay". Pedí limonada con raspadura... "Déjeme ver si tenemos". Finalmente no pude probar lo que me apetecía sino lo que había. Los precios no están mal si eres consciente que estás en una zona turística.
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