Paul es el típico restaurante europeo. En ésta visita sólo probamos la pizza, unos postres, café y unas bebidas. La pizza no tenía mal sabor, pero para ser un lugar que se especializa en masas, (harina) estaba bastante dura, hasta para cortar con cuchillo. Con los postres nos fue mejor, la tartaleta de frutos rojos es buena para los amantes de los postres con un toque ácido. Los demás si eran más dulces. Paúl es un buen lugar para disfrutar de una tarde con amigos, tomándose un cafecito y postres.