Lo visité el 1 de enero, su capuccino un poco fuerte el segundo que tomé si pedí que estuviera un poco más suave, el panini si estaba rico aunque extrañé el típico tostado en plancha, el tres leches rico también en presentación en copa. Lo que si me hizo sentir un poco fuera de lugar fue la atención un tanto superficial de los camareros. El salón interesante con sus amplias vidrieras y techo alto aunque deben meterle un buen aire acondicionado por razones obvias.

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