Fuimos por un cafe y un postre, y aunque todo estaba delicioso, a nadie parecia importarle los clientes, pasamos 12 minutos esperando para poder pagar y solo habian 11 clientes en todo eñ lugar. Pedi un postre de una nevera y la mesera hizo un gesto de molestia cuando la interrumpi para pedirlo. El producto es fantastico, pero el staff arruina la experiencia de quien sea.