Fui a este restaurante un jueves por la tarde estaba vacío. Al llegar nos atendieron inmediatamente pero despues nunca regresaron ni para cobrarnos, tuvinos que ir a buscar a alguien para que nos cobraran. Ordenamos la pizza Don Giorgio, aunque su sabor estaba aceptable era una pizza grosera. Los trozos de cebolla y hongos estaban demasiado grandes y no se veia nada bien. También pedimos pan de ajo y los trozos eran enormes. El precio esta muy elevado para la presentación de su comida y la atención , no me molestaría pagar lo que fuera siempre y cuando me atiendan bien. Las sillas no son comodas, el aire acondicionado casi no se siente.