Regresé luego de mucho tiempo y me he vuelto a enamorar. La comida estuvo deliciosa. Pedí los short ribs yestuvieron perfectos, se deshacen con el tenedor. De entrada los wantones que estuvieron ricos. Mi esposo pidió el cordero y quedó muy impresionado. Los postres son súper creativos, el mío mango, limón, sal trufada, fabuloso. Pedimos dos gin and tonics deliciosos también. La atención fue de primera, gracias Dagmar.