El restaurante es muy bonito, con unas galletas recién hechas espectaculares. El único problema que tuvimos fue que cuando nos iban a entregar las galletas la mesera nos entregó dos galletas menos y cuando le pregunté por las galletas faltantes la mesera nos dijo que habíamos cancelado esa parte de la orden, y me dijo que si las quería le mostrará la factura para probar que ya las había pagado. Le mostré las facturas que evidentemente si había pagado y me entregó las galletas. Me sentí muy incómodo y me pareció algo no apropiado para un restaurante de este nivel.