Uno de mis restaurantes favoritos en Panamá. La atención es muy buena, sirven rápido y hasta el momento siempre han cumplido con mis expectativas. He ido en grupos de 2 hasta 25 personas y siempre han mantenido el buen servicio, y la buena calidad en los platillos. Siempre esta lleno (bueno para ellos, para mí no tanto) por lo que siento que los espacios llegan a estar muy reducidos. El pan pita es un exito!