Desde que entramos nos recibieron con muy buena actitud y amabilidad. La comida no tengo palabras para describirla, el sabor, la textura, las combinaciones de sabores, todo fue excelente. Ni que decir de la atención. Ariel, el mesero que nos atendió, siempre con una sonrisa, nos hizo las mejores recomendaciones. Recomendadisimo. Ahh y para los amantes de los clásicos, la mejor música de los años 80s