Este restaurante tiene un ambiente muy acogedor y agradable. La atención es buena, sin embargo, la razón principal por la que vamos a un restaurante (La comida) deja mucho que desear. Nuestras expectativas fueron altas, ya que el restaurante es mencionado por conocidos, y sentimos que el sabor de la comida tendría el mismo nivel que el ambiente en el que estábamos, y aquí es donde nos fue no tan bien. Pedimos el especial de Frida, su plato más famoso, y recomendado por degusta. La presentación es muy bonita, creativa me atrevo a decir, sin embargo, el sabor y la cocción de los ingredientes dejo mucho que desear. Por ponerlo en términos simples, el especial de Frida es pedacitos de pollo sazonados con sal y pimienta, y salteados con trocitos de piña, y creo que salsa teriyaki o de simplemente de soya; Eso es todo, arriba tiene unas tiras finas de wanton y por decoración una mayonesa rosada. El plato es intimidante a la vista, y esperas que sea algo sorprendente, pero al final, es solo pollo con piña servido en media piña. Es “mucho ruido y pocas nueces”. Es un plato por el que no regresaría. No me malinterpreten, si visitaría otro día, pero este plato, no lo recomiendo.

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