El lugar es lo máximo, su decoración es nivel 100, su personal muy tratable y amables. Con sus atuendos originales y puedes tomarte fotos con ellos. Se pueden tomar fotos muy lindas allí, con cada detalle que resaltan nuestras costumbres y dichos de nuestro país. En cuanto a la comida, fuimos almorzar un domingo 3pm. Pedi un sancocho para iniciar, que no me gustó. No estaba espeso. No tenía ñame y poco culantro. Parecía que le habían echado más agua para que rindiera, ya que estaba como insípido. Lo que sí que la gallina era de patio (aunque una de las presas era pescuezo) 🤷🏻‍♀️ Mi hijo pidió un pescado frito con patacones y arroz con coco y le gustó. Solo que eran 3 pataconsitos, debieran al menos poner 5 si son tan chicos y por el precio del plato. Mi esposo e hija pidieron arroz con pollo (estaba un poco alto en sal), ensalada de papas, tamalito (ese estaba muy bueno) y platano en tentación que no les gustó tanto. 6 del 1 al 10. Mi plato "mono" estaba muy bueno, solo que no me pusieron las tajadas, pero después que las pedí me las trajeron en una bateita de lo mas cute. Iré después para probar los desayunos a ver que tal. Aunque en comidas considero un poco alto el costo por plato, pero se lo gana en la decoración y bueno, hay que considerar el lugar en donde está ubicado (turístico). Repito, su personal muy tratable y amable.

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