Conozco este lugar desde su primer día y siempre me encanto. Lamentablemente ya nada es como era. La calidad de la comida ha bajado mucho y si te sientes en la terraza olvide del servicio. Pedimos el famoso quiché Loraine que llego calentado en microondas, era soggy. El croque madam fue hecho con ingredientes de baja calidad y el producto final fue malo. Que lástima.