El lunes festivo (4 de noviembre), estuvimos buscando un lugar que además de estar abierto, fuera pet friendly porque tenemos una nueva mascota y nos decidimos por Petit Paris. Este es uno de esos lugares donde nunca fallas... Todo... absolutamente todo lo que pidas, siempre va a estar BUENÏSIMO! La sopa de cebolla gratinada es de muerte lenta... los crepes son espectaculares!... también pedimos un salmón con salsa de maracuyá acompañado de ensalada que estaba en su punto perfecto. También tienen panadería francesa con croissants y baguettes súper frescos. La terraza es super tranquila y la atención es impecable. Además está en el pleno centro de la ciudad así que es muy fácil llegar y salir de allí. Es un lugar que recomiendo a ojo cerrado.

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