Mi esposo y yo amábamos Camilas y Primitivo es de los mismos dueños, así que teníamos muchas ganas de ir. El lugar hermoso, la atención muy buena y la comida deliciosa! Pedimos el tartar de atún, el carpaccio primitivo, el risotto y todo estaba riquísimo! Las yuquitas de cortesía fueron un éxito también! 100% recomendado!