Es probablemente el mejor restaurante de comida libanesa de Panamá. La mesa libanesa es espectacular y casi todo los platillos son buenos. Tan buenos, que no pude tomar fotos. Perfecto para una variedad de situaciones desde almuerzo ejecutivos hasta celebraciones familiares. Lo unico que no fue de mi agrado fue el postre que viene incluido en la mesa, sin embargo, la Noche Libanesa, si es un postre que vale demaciado la pena.