Me encantó la terraza, pedímos las chistorras y el pulpo de entrada estaban muy ricos, de principal la paella de calamares, pedimos unos huevos rotos y cerramos con la bomba de Churros con chocolate, es una bola de chocolate rellena con los churros suaves y crujientes, la bañaron con una salsa de dulce de leche caliente, que derritió la bomba. Uffff estupendo. Servicio excelente!