Nos encanta este lugar, primera vez que visitamos esta sucursal y nos encantó desde que llegamos. Lo único malo fue la chica que nos atendió, Rebeca, algo grosera, nunca sonrío, estaba como molesta porque nos atendió casi a la fuerza, lo cual es una lastima porque es un lugar alegre, donde vas a comerte un postre, van niños, familias, etc.