Lo habiamos visitado con anterioridad pero en esta ocasión nos pareció que han desmejorado un poco el servicio y disminuido bastante las porciones. Habiendo unicamente 3 mesas incluyendo la nuestra, demoraron en traer el menú y las bebidas hubo que recordárselas. La mongolian beef estaba saladísima al punto que el plato quedó casi entero, y al hacer la observación a la salonera hizo caso omiso. Nunca hubo un gesto de cortesia por ello y aún así decidimos pagar por todo. En cuanto al resto de los platos (arroz, puerco y fideos) estaban todos muy buenos pero es evidente que han reducido sus porciones aun manteniendo los precios.