Salíamos del banco y estaba ese olor a canela dulce que nos llamaba y aunque tratamos que no, caímos en la tentación y quedamos comprando y dándonos un antojito
Salíamos del banco y estaba ese olor a canela dulce que nos llamaba y aunque tratamos que no, caímos en la tentación y quedamos comprando y dándonos un antojito
Actualiza tu navegador para ver esta página correctamente. Actualizar mi navegador ahora