El lugar es muy bonito y la comida es bastante buena. Me encanta el rissotto de camarones de este lugar y a mi esposo ama las pizzas de este lugar. Sin embargo, debo decir que llevo intentando venir a este lugar dos veces. La primera vez intenté hacer el almuerzo del bautizo de mi hija y la atención fue pésima y decidí no insistir y en la última vez después de 20minutos de espera para toma de pedido... nunca llegaron, nisiquiera el vaso de agua usual. Lo mas triste es que nos paramos y enseguida recogieron nuestros puestos, es decir que ya nos tenían en vista..... fatal. Que lástima que un lugar con tan buen menú y comida tenga tan deficiente atención.