A pesar de estar prácticamente vacíos el servicio no es rápido aunque si amable. La comida deja mucho que desear tomando en cuenta el precio de los platillos y no toman mucho en consideración el término que pides para tus cortes. Al entrar te obsequian una copa de vino que te traen ya servida desde el bar en lugar de servirla en tu mesa. Al parecer los locker de empleados están junto a la mesas por lo que pasarán constantemente a un lado de uno para guardar su ropa.