El ambiente es relajado, agradable y muy fancy. La comida está moderadamente bien, es buena, pero considero que puede ser mucho mejor. La noche que fui, no estaban atendiendo por mesa sino que uno va y pide y busca sus propias cosas. No sé si siempre sea así. En rasgos generales, es un sitio ameno y se pasa un buen rato.