Recomiendo ir en días de semana porque durante los fines de semana hay largas filas de espera (casi 1 hora para esperar mesa). Atención excelente, el mesero te orienta y brindan degustación de vino. La comida es casi igual al de toda su franquicia aunque la sentí algo simple. Pedí la lasagna dip que viene con pasta frita que fue lo que más me encantó.