He visitado varias veces este spot y la experiencia ha sido buena. Es un lugar pequeño con mucha identidad. Desde que llegas usualmente tienes contacto con sus propietarios y cocinero que son persona muy agradables y te hacen sentir como en casa. En relación a la comida en esta visita pedí un churrasco, un pork belly y una limonada rosada. El churrasco en esta oportunidad no estuvo a la altura llego frío a la mesa y por ser un corte de carne con bastante grasita su sabor no era el mejor, tampoco le sentí sabor a leña o carbón, la carne por sí sola no tenía sabor. Importante destacar que la porción era generosa, buen chimichurri y estaba suave. La guarnición fue camote y estaban buenos. El Porkbelly estaba bien presentado y tenía buen sabor. Con relación al porkbelly diría evaluar el pan que utilizan complica comer el emparedado, tiene mucha miga lo que hace difícil en cada bocado disfrutar los diferentes sabores y texturas que aportan los diferentes ingredientes. Limonada rosada excelente. Le daré al Chombo Willians la revancha. Recomiendo visiten el lugar y vivan una experiencia diferente.