En realidad la decoración y el ambiente está súper bonito. Pero la atención dejó mucho que desear. Las mecerás no eran tan cordiales. Y ponían hasta muecas si se les llamaba mucho. Y aparte no sabían explicar los platos
En realidad la decoración y el ambiente está súper bonito. Pero la atención dejó mucho que desear. Las mecerás no eran tan cordiales. Y ponían hasta muecas si se les llamaba mucho. Y aparte no sabían explicar los platos
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