Desde que entras al local, ya sabes que todo será perfecto : desde el personal en la puerta, la “enorme cantidad de meseros” (los que te sientan, los que te toman pedidos de bebidas, el encargado de orientarte en el menú, hasta el que finalmente te cobra) te sientes súper bien atendido, en un local en que han cuidado hasta el último detalle (iluminación, muebles, baños, decoración) no puedes pensar que estás en Panamá. Sin temor a exagerar, uno de los mejores restaurantes de Panamá. Pruébenlo y no se decepcionaran.