Es relativamente pequeño el lugar, pero súper acogedor y me encanta la decoración. Los platos no llenaron mis espectativas. Los sabores no es lo acostumbrado de la comida asiática. La carne a la plancha estaba muy seca, generalmente es jugosa, pero acá no fue así. La atención es bastante buena, pero pueden mejorar en brindar agua al cliente sin que uno lo tenga que pedir. Ah, y estoy acostumbrada a que siempre sirvan té en los restaurantes chinos sin que uno los pida (es siempre de cortesía, al rato que te sientas, el té llega a tu mesa) pero acá no fue así.