Siempre veía este restaurant pero la fachada no me llamaba la atención. Hoy fui por primera vez y ha sido una experiencia gastronómica. Cada plato mejor que el anterior. El chef Hernan Correa Riesen personalmente prepara cada platillo e ingredientes. Al servirlo en la mesa te explican en detalle cada plato, de donde viene los ingredientes, que contiene, etc. Por ejemplo te dicen las almejas vienen de Darien cocinadas al ajillo con cerveza nacional. Pedimos el menu degustación y estuvo excelente. Buenos postres tambien. Recomiendo esta gema escondida en una casa que afuera no dice nada pero que al entrar se siente uno en casa y sobretodo en buenas manos.