El servicio fatal. Le dijimos a la mesera que nos diera tiempo para ver el menú, y volvió como a los 2 minutos sin que la llamáramos. Yo aún no terminaba de comer y llegó la mesera, que sin preguntar, empezó a retirar los platos. También era el cumpleaños de uno de mis acompañantes, y nos vieron cantar el dulce y no nos ofrecieron platitos ni cubiertos ni nada, simplemente nos ignoraron porque ya habíamos pagado la cuenta. Al salir no se despidieron, y ni laa gracias dieron. Siguieron ignorándonos. Este restaurante solía ser muy bueno pero ha quedado muy mal administrado.