Fuimos en familia a desayunar por el cumpleaños de mi abuelo. Había variedad de opciones de desayuno chino, comimos rollos rellenos de camarones y tocino, siumai, hakao, hampao, todo fresco, tenia unos panecillos rellenos con coco, calientitos, suaves y deliciosos. El ambiente era muy relajante y acogedor. Definitivamente regresaremos.