Un lugar muy familiar, con un menú variedo y buenos postres. Me parece un poco caro para el tipo de comida que tienen. Pedi una hamburgueza que no estaba mala, pero las papas muy gracientas. Mi esposa pidió un pollo en salsa thai que había que buscar el pollo con lupa. La frijolada un plato de carne, arroz blanco y porotos por 18 dolares que no pediría nunca.