El lugar es pequeño, pero tiene buen ambiente y pone buena música. Ideal para un parking con amigos a tomarse un par de trago o beer y pasalar bien. El servicio es excelente. Pedí una buger y la especial de la casa que fue los chupetones. La buger estaba bien sazonada la carne, pero me hubiera gustado que la carne estuviera más compacta. Los chupetones estaba caliente, crujiente en la partes de fuera, tierna y jugosa por dentro. Me gustó su toque de picante, pero por dentro se sentía un poco simple, tiene que marinar la carne por dentro, ya que la salsa lo lleva es por fuera. Lo que me recomendó la chica sobre la bebida, fue la cerveza artesanal que se llama el dictador y estuvo deliciosa. Me dijo que era la más fuerte por su sabor, pero al mi parecer era suave y ligera.

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