Mi sugerencia es que mejoren el servicio. No se parece en nada al servicio que se recibe en Colombia. La barra de ensaladas tenía la mayoría de recipientes vacíos y no había tazones para servir. Al solicitarlos, la joven indica que deberá ir adentro por ellos, como si esto representara un gran problema... al espera que te atiendan, pueden pasar hasta 5 minutos para que, después de hacer malabares se acerquen a tu mesa. Tuvimos que levantarnos para pedir el menú de postres. El helado del menú de niños nunca llegó!!! La ensalada mediterránea no respeta la receta original!!! Y todo esto en la misma visita. En ocasiones anteriores la situación había sido similar, pero decidimos dar una nueva oportunidad a nuestro restaurante preferido en Colombia... pero esta fue la última vez.