Me encanta ir allí la comida es deliciosa, buenos precios. Lo malo es que el lugar es muy pequeño y hay poco donde sentarse y pocos estacionamientos. Además de eso hoy fui con una amiga en la mañana a desayunar y un señor ya mayor que estaba afuera, no sé si será el dueño o qué, nos trató sumamente grosero. Tanto que ni ganas de regresar dan. Y es la primera vez que mi amiga iba. Qué mala impresión del lugar le dejó ese señor. A mi amiga la regañó para que saliera a mover su carro de un lugar a otro y luego cuando ya nos estábamos despidiendo también nos dijo con la voz levantada "niñas y entonces? Cuándo se van a ir? No están viendo el tranque que hay?" porque había un camión esperando para entrar. Los clientes no tenemos la culpa de que el local tenga tan pocos estacionamientos.